Lo que ha distinguido (y siempre distinguirá) a El exorcista no sólo de películas menores sino también de otros grandes clásicos del terror es el hecho de que el autor de la novela original, William Peter Blatty , realmente cree. Él cree no sólo que el exorcismo es un hecho, sino que hay un gran mal y también un gran bien. Blatty siempre ha ambientado sus películas y novelas en los ámbitos de lo espiritual y filosófico, la naturaleza del bien y del mal. A pesar de las cosas transgresoras e inquietantes que suceden en El exorcista , nunca hay un punto en el que ninguno de los protagonistas de la película se desespere. Este tira y afloja entre la fe y la desesperación es igualmente evidente en la autoproclamada secuela espiritual de Blatty del clásico de 1973, La Novena Configuración (una adaptación de la novela homónima de Blatty de 1978). Seguir lo que se considera en gran medida la mejor película de terror religioso de todos los tiempos no es una tarea fácil, pero hay buenas razones para argumentar que Blatty logró crear algo digno de ser llamado una secuela espiritual de El Exorcista .

The Ninth Configuration , que vio a Blatty en su debut como director, es una mirada alucinante , contemplativa y, a menudo, absurda a la fe en el mundo moderno. Proviene de un lugar de profunda sinceridad. Que se sepa que nadie más que Blatty podría haber hecho La Novena Configuración , ya que contiene tanto, si no más, de su ADN creativo que El Exorcista, para el cual escribió el guión pero no dirigió. Ver las dos películas una tras otra deja claro que, de hecho, son piezas complementarias que comparten no sólo temas similares, sino también un tono que es a la vez reverente y sombrío, pero que tampoco teme complicarse con las muchas contradicciones que conlleva la vida. una vida de fe.

¿De qué se trata la ‘Novena Configuración’?

Después de que El exorcista se convirtiera en un éxito, Blatty reelaboró ​​su novela de 1966 titulada Twinkle, Twinkle, «Killer» Kane. y lo convirtió en The Ninth Configuration de 1978 , que es parte de lo que Blatty ha llamado su «Trilogía de la fe» . Es la entrega intermedia, cómodamente ubicada entre El Exorcista y El Exorcista III (que salió una década después de La Novena Configuración y es el único otro esfuerzo como director de Blatty). La Novena Configuración cuenta la historia de una institución mental para veteranos de Vietnam . Toda la historia tiene lugar en un hermoso pero extremadamente espeluznante castillo ubicado en el noroeste del Pacífico, donde los pacientes reciben tratamiento por diversos problemas inducidos por traumas. Muchos de ellos padecen esquizofrenia o trastornos de la personalidad. El coronel Hudson Kane, interpretado por la prolífica Stacy Keach , llega para supervisar la operación y Billy Cutshaw ( Scott Wilson ), un astronauta que sufrió un colapso mental después de un lanzamiento fallido con destino a la Luna, le causa problemas especiales.

La primera mitad de la película tiene (aparentemente) una estructura deliberadamente desorientadora. Se necesita bastante tiempo para comprender realmente a qué se dirige la película, ya que la cinematografía inquietante y sencilla contrasta marcadamente con los sucesos ridículos de los pacientes. Kane parece no verse afectado en gran medida por las payasadas de los pacientes, pero está profundamente preocupado por su bienestar y procesos de curación. La película sólo se concreta realmente en el último acto, que llega a lugares mucho más oscuros y psicológicamente potentes. Cuando La Novena Configuración finalmente se reúne al final, concluye de una manera sorprendentemente satisfactoria que probablemente proporcionará al espectador mucho en qué pensar. Hay una breve escena al final cuya ausencia habría dejado la película con un final más abierto y posiblemente habría brindado más espacio para la conversación sobre el desafiante material de la película. Sin embargo, The Ninth Configuration es el tipo de película que invita a la reflexión y que es difícil de encontrar en el género de terror .

¿Cómo se conecta ‘La Novena Configuración’ con ‘El Exorcista’?

En la superficie, hay muchos paralelismos obvios entre El Exorcista y La Novena Configuración , el más obvio de los cuales es el tema de encontrar a Dios, o incluso de encontrar la pura bondad en un mundo que es tan claramente injusto. La incapacidad de afrontar el sufrimiento inútil y el mal aparentemente interminable es algo con lo que cualquiera puede identificarse, independientemente de la creencia en un poder superior. El Exorcista aborda este tema con elegancia, utilizando la narrativa para impulsar la conversación. La Novena Configuración tiene las mismas preguntas en mente, pero en cambio hace de la conversación la narrativa (al mismo tiempo que cuenta una tragicomedia sobre enfermedades mentales con resultados desconcertantes pero únicos y fascinantes). El grado en que el método de La Novena Configuración para explorar el problema del mal y el aparente silencio de Dios variará innegablemente según el espectador. El Exorcista es muy sencillo en su ejecución: Regan, la pura inocencia infantil personificada, ha sido superada y pervertida por una entidad que no está interesada más que en la corrupción. Como dice el padre Merrin en la película : «El punto es hacernos desesperar. Vernos a nosotros mismos como… animales y feos. Hacernos rechazar la posibilidad de que Dios pueda amarnos».

Evil in The Ninth Configuration es mucho más nebuloso, lo cual es apropiado para una película que a menudo parece estar en conflicto con su propio género de la manera más fascinante. El mal no se puede precisar ni aislar como se hace en El exorcista . No hay villano, sólo hay sufrimiento; sufrimiento interminable y sin sentido. Pazuzu no se revela como el principal antagonista, y no existe el padre Merrin ni el padre Karras para sacrificarse como corderos en nombre de los sin pecado. En cambio, nuestros protagonistas en La Novena Configuración son un astronauta delirante y un coronel bien intencionado y de buen corazón cuyo propio pasado revela un patrón de violencia proliferante que la película parece sugerir que es un destino ineludible para todos nosotros.

‘La Novena Configuración’ continúa las preguntas planteadas por ‘El Exorcista’

Donde La Novena Configuración logra continuar la conversación tan magistralmente iniciada por El Exorcista es que ve la naturaleza irresoluble de la cuestión y al mismo tiempo se niega a desesperarse. Reconoce que el mismo mal representado por Pazuzu en El exorcista también existe en algún nivel en todos, pero llama al espectador a aprovechar su propia fe (ya sea en un Dios o en la bondad inherente de cada individuo) para apagar la desesperación. Mientras que en El exorcista Blatty se identifica principalmente con el personaje del padre Karras , La Novena Configuración ve la realidad a través de la lente de dos hombres, ambos delirantes, ambos perdidos en un mar de dudas y sufrimiento, solo para salir el uno del otro por el bien del otro. El sacrificio al final de La Novena Configuración es ver que un astronauta esquizofrénico que atraviesa una crisis de fe es tan digno de sacrificar su vida como una niña pura e inocente de 12 años poseída por un demonio. Esa es una resolución temática que es difícil de conseguir en las secuelas y, como resultado, La Novena Configuración podría ser una de las secuelas más improbables pero efectivas.